domingo, 28 de enero de 2018

Senda Costera: Cadavedo-Novellana

Tramo de senda costera entre los concejos de Valdes y Cudillero, saliendo de la estación de Feve de Cadavedo hasta la de Novellana. Tramo no demasiado largo, pero con una parte espectacular entre Santa Marina y Novellana, en el entorno de la playa del Silencio.
Este tramo esta parcialmente señalizado con flechas y algunos postes como senda costera y parte del camino de Santiago, aunque para los que están haciendo el camino tiene demasiadas subidas y bajadas, van mejor por la carretera en llano. Hay algunos tramos por la carretera nacional, que no tiene arcén ninguno, aunque ahora pasan pocos coches. El resto es por caminos antiguos, más o menos anchos pero que están algo abandonados, y ahora bajan arroyos por muchos de estos caminos, con lo que están algo embarrados, por lo demás no tiene dificultades. Se pasa por varios pueblos, y en algunos hay bares y albergues para reponer comida o bebida. 

Datos de la ruta:

Distancia: 23,45 km
Duración: 7h:11 min
Cota mínima: 10 m
Cota Máxima: 137 m
Desnivel Acumulado: 485 m
IBP: 78 Hiking


Mapa del recorrido

Para este tramo hay que madrugar un poco más, porque el tren pasa por Novellana a las 9:22, aunque hoy pasó con unos minutos de retraso que recuperó y llegó en tiempo a Cadavedo. La estación de Novellana tiene aparcamiento también donde dejar el coche. El viaje dura 20 minutos, pese a no parar en ninguno de los apeaderos hasta Cadavedo, hay varios tramos de túneles y algún puente, y mucho tramo en trinchera sin vistas.

Estación de Cadavedo
Desde la estación de Cadavedo me dirijo hacia la Regalina para retomar la senda costera, aunque voy dando vueltas por el pueblo viendo distintas casonas de indianos, palacetes y nuevos chalets. Pasando también por la iglesia de Santa Maria.

Iglesia de Santa María de Cadavedo
 Por el camino del Padre Galo llego hasta la ermita de la Regalina, a estas horas sin gente, la costa entre brumas y nieblas matinales. El mar también esta batiendo y generando algo de bruma.

La Regalina
La costa que toca recorrer hoy
 Bajo de la Regalina a la playa de Cadavedo bordeando los prados, y después por un camino que han estado desbrozando en mitad de los matos. Han tenido que trabajar bastante para limpiarlo, y va a ser dificil de mantener porque hay una selva de matos. Han dejado todos los restos en el suelo para evitar que se forme barro, en la parte final de la bajada hay escalones de tierra y resbalan un poco.

Playa de Cadavedo y arriba promontorio de la Regalina
El islote de los Cuervos desde la playa de Cadavedo
 En la playa hay un par de pescadores, la marea está subiendo y no hay paso hacia la zona de Ribón, hay que ir por la carretera. Al lado de la playa hay dos molinos, el primero normal y el segundo reconvertido en merendero. En esta zona no hay ríos caudalosos para mover los molinos, y los ponen todos en los regatos que bajan a las playas.

Molinos en la playa de Cadavedo
 Saliendo por la carretera, se toma la de la izquierda que va un poco más en llano a la vera de los arroyos. Después hay que tomar otra carretera hacia la izquierda hacia una solitaria casa, y pasando por un puente de piedra, que debía de ser bastante antiguo.

El puente
 La carretera acaba en una casa y se convierte en una pista de tierra que empieza a subir para llegar a la carretera Nacional, camino ancho y de buen firme. Por la nacional hay que ir un par de kilómetros, así que toca ponerse el chaleco reflectante, por si acaso, que aquí no hay arcén.

Pueblo de Ribón
La carretera describe una amplia curva para ir hasta el pueblo de Ribón, han estado tirando madera en la ladera contraria y se ven las pistas madereras, se podría tratar de ir por ellas pero ahora se ven completamente encharcadas y con unas roderas demasiado profundas. Así que toca carretera.

La Regalina desde El Ribón 

En El Ribón se toma por una calle que baja hacia la costa, sigo un poco más de la cuenta para ver si se tienen vistas hacia la Regalina, pero hay árboles en la parte de abajo que tapan la vista, así que doy la vuelta y continúo la ruta. Hay que tomar un desvío al lado de una casa de madera. El desvío es por un camino ancho que rodea un prado con vacas, y que después empieza a bajar por la zona de las Cavadas hacia la playa de Tablizo. 


Cantiles en la playa de Tablizo
 La marea está subiendo y apenas hay playa seca, sino se podría bajar hasta la playa y seguir por ella recortando un cacho el recorrido.

Cruce de arroyo el camino de enfrente por donde venimos el de la derecha baja hacia la playa
 El camino baja hasta el cruce junto a un arroyo, que baja hacia la playa, para después empezar a subir de nuevo en unas amplias curvas. La zona de acantilados está desmontandose por los argayos, y algunos ya están próximos al camino. Hay varias zonas de mirador entre la vegetación.


Trozo de camino algo embarrado
 Después de subir se llega a una zona de prados, y pomaradas, para después otra ligera bajada, por una zona ya más embarrada, con un camino estrecho en una zona húmeda. Muy guapo el camino en este tramo, y se llega por fin a una zona con asfalto al lado del apeadero de Tablizo, donde paro a comer algo.

Apeadero de Tablizo
Desde el apeadero se continúa por otro camino de tierra hacia la zona de la Cartería de Tablizo. Aquí hay que ir fijandose en los postes con las flechas amarillas y en las piedras donde han ido pintando estas marcas. Ponen la leyenda COSTA, así que no se si señalizan senda costera o camino de Santiago costero, porque en este tramo creo que va por la sierra de Palancas.

La Regalina desde la Cartería de Tablizo
 En la Cartería se rodean un par de casas, y de nuevo un camino de bajada hacia la playa de Ballota. Este tramo de camino está muy muy embarrado, baja un arroyo por el medio y está encharcado, hay que llevar calzado con protección para mantener los pies secos.

Dique en la playa de Ballota
 La playa de Ballota es de piedra, y las olas han formado un dique bastante alto que impide que el Río Cabo desemboque normalmente, las rocas filtran la materia que arrastra el río, y forman una gran charca. Estas playas de piedras son bastante espectaculares en cuanto al sonido, porque cada vez que se retiran las olas, la resaca hace que suenen las rocas al rodar.

Playa de Ballota
Recorro un tramo de la playa para ver si veo una roca perforada  a modo de tunel que permite pasar de una zona a otra, pero no la veo, hay bruma y se ve todo cerrado, y la marea ha subido bastante así que no puedo llegar mucho más allá sin mojarme. Después a la vuelta en la entrada de la playa había un señor, y me comenta que hubo argayos y ahora la roca con el paso está cegada, que tardará en limpiarla la mar. 

Viaducto Pintor Dionisio Fierros 
Desde la playa subo por la pista hasta la carretera Nacional por un valle plantado a ocalitos, al fondo se ve el viaducto Pintor Dionisio Fierros, con un bonito arco. Al llegar a la carretera Nacional, trato de evitarla, así que la cruzo y sigo de frente por la continuación del camino y llegar a Ballota por la Calea de Arriba.
Recorro la zona viendo los chalets, y algunas casas dedicadas a la ganadería que quedan, atravesando Ballota. Intento llegar a la costa para ver si se tienen vistas, pero no los caminos acaban en unos prados con algo de seve, mojados y rodeados por árboles lo que impide tener vistas, así que toca dar la vuelta hasta la iglesia de Ballota.
Iglesia de Santa María en Ballota
La Iglesia de Santa María de Ballota, por lo visto es como la de Naraval en Tineo, y discriminaban a los vaqueiros, con marcas en el suelo de donde no podían pasar. No se si también tienen el cementerio separado, porque parece que tiene dos zonas con entradas diferentes y que no se comunican.
Desde Ballota toca un nuevo tramo de bajada, otra vez por un camino bastante embarrado, han plantado cañaverales de Bambú y están tomándolo todo. Hay un cruce de un arroyo un poco complicado, el arroyo ha generado un talud en el camino.


Tramo complicado de cruce de arroyo
Cañaveral y puente "romano"
 Tras este tramo de camino algo embarrado se llega hasta el pueblo de Santa Marina, otra vez al lado de la carretera Nacional. Atravieso el pueblo en dirección a un sitio que en el mapa aparece como el Mirador.

Santa Marina
 Tirando por la caleabaxo hacia el Mirador, paso la última casa y el camino continua hacia una plantación de ocalitos nuevos, donde hay una plataforma buen mirador de la costa hacia la Rivera de Louca.

Rivera de Louca y punta Fugriento
Había otro camino que bajaba un poco más antes de los ocalitos de plantación, así que doy la vuelta y sigo por ese camino y aparece un turruxón de planta circular, que es lo que debería de ser el verdadero Mirador. No se si era para las ballenas, para los vikingos o un faro, pero el torreón es algo que no me esperaba encontrar en esta zona de la costa, y que ni siquiera estuviese señalizado. Son unos restos de tres paredes, en una de las cuales hay una pequeña alacena empotrada. Y la verdad que el punto es un mirador espectacular de toda la costa quebrada hasta Cabo Vidio.

Torreón mirador en Santa Marina
Playa de Pumarín, al fondo la del Silencio y lo último que se ve Cabo Vidio
Castro de la Zarza
Desde el mirador toca dar la vuelta y volver hasta la carretera nacional en Santa Marina, por la que hay que seguir unos centenares de metros. Hay que pasar el desvío a la playa de Cairua, que por lo visto está muy bien también, y en la curva de la nacional tirar de frente, por un camino de tierra. Esta al lado de una señal de carretera del Camino de Santiago.

Antiguo camino entre Santa Marina y Novellana 
El camino al comienzo está empedrado, pero después vuelve a aparecer un arroyo por el medio del camino, es un tramo de bajada y no da confianza. Después ya se vuelve a secar en un tramo por bosque de Ocalitos. Toca volver a cruzar un arroyo, pero sin demasiados problemas hay piedras para pisar. Después empieza la peor parte, porque es un tramo de subida, con un camino antiguo de esos estrechos con paredes altas, y que ahora está tomado por un arroyo . Esta todo con barro y muchos charcos de agua embalsada, además no desagua a los lados porque hay un muro, así que va todo el agua por el camino. Tramo de bosque y también de cañaveral, para salir ya en Novellana en Castañeras. Después de subir este tramo, toca empezar a bajar hacia la playa del Silencio, antes de llegar hay un mirador con mesas.
Los castros desde el mirador anterior a la playa del Silencio
Para llegar a la playa del Silencio hay una carretera circular monodireccional, y es por la que hay que continuar la ruta. Desde esta zona alta aparece en todo su esplendor la Playa del Silencio, con esa cresta rocosa que la rodea.


Playa del Silencio
Los impresionantes castros que jalonan la costa, todas peñas perceberas
 En la playa hay un mirador justo encima de la bajada, dónde tomo unas cuantas fotos, no bajo abajo porque apenas hay zona seca. Sigo por el borde del acantilado hasta el extremo del cabo. Han limpiado la zona eliminando los toxos, y hay un par de senderos para subir. Aunque por la hora del sol no merece la pena, esta muy plano y las fotos no son nada buenas. Lo más bonito son todos los castros que hay delante de los cabos, parecen restos de barcos varados, de un desembarco fantasmal.
Mirador sobre la playa del Silencio
 Desde el alto si se tienen buenas vistas hacia la zona de Cabo Vidio, también con varios castros e islotes.
La costa hasta Cabo Vidio
La playa del Silencio y la escalera de bajada
 Desde arriba, vuelvo hasta el mirador, para continuar ruta bajando hasta la playa de la Barquera. Aunque primero hay que volver a cruzar un  arroyo, algo crecido, pero de nuevo con piedras y un tronco para pisar y pasar.

Arroyo que hay que cruzar
 Antes de llegar a la playa hay una caseta, en una zona muy erosionada. Hay un montón de rocas por las que el arroyo ha excavado su salida, dividiendolas en una zona laberíntica. También ha excavado dos pasos por debajo de un hombro de la montaña. La caliza y el mar es lo que tienen.


Detalle del puente de piedra con dos arcos
 Hay los restos también de un poste de algún sistema para amarrar y sacar las barcas de pesca de la zona, porque aquí el agua entra y debe de destrozar todo lo que pilla contra las rocas. Hay un paso también mediante tunel hacia la cercana playa de la Barquera.

Paso a la playa de la Barquera
La playa de la Barquera
 La bajada a la playa de la Barquera (las dos que vi), son por una cuerda con nudos y un destrepe de unos 5 metros. Así que sólo es apto para valientes, vale más entrar nadando. Es una playa curiosa, porque tiene rocas de grandes dimensiones protegiéndola de las olas, que acaban pasando por unas zonas estrechas que concentran el agua.

Una vez disfrutado de esta zona de la playa del Silencio y la Barquera, toca volver a subir hacia la zona de Novellana e ir a por el coche a la estación de tren. Trato de evitar la carretera nacional lo más posible, así que voy por el medio del pueblo pasando por la iglesia, y una plaza de cuando les dieron el premio al pueblo ejemplar.

Iglesia de Novellana

Estación de Novellana
En Resumen uno de los mejores tramos de la senda costera, sobre todo la zona del Mirador y de la playa del Silencio. Son zonas para ver y visitar. Por lo demás, ruta con bastante barro y los pies al final acabaron mojados pese al gore-tex.

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