A lo bouzo: Hasta la Foz de los Moñacos [Piloña]

Ruta de senderismo por los montes del Río Infierno, hasta la Foz de los Moñacos, con bosque y múltiples cascadas. Esta ruta ya la he hecho varias veces, algunas continuando más allá de la Foz hasta alguno de los Picos de por detrás, pero hoy no hay más tiempo. Hasta la foz no lleva demasiado tiempo, así que se puede aprovechar bien una mañana.

Una sucesión de temporales y fines de semana con lluvia no permiten disfrutar del otoño, así que en una ventana sin lluvia por la mañana me acerco hasta esta zona de Infiesto. Los temporales no permiten salir, pero en esta zona han dejado un espectáculo impresionante, el río y los arroyos bajan casi desbordados, con lo que las cascadas que se forman son aún más impresionantes. Hay agua por todos los sitios, en zonas que normalmente están mucho más secas, hoy aparecen arroyos. El bosque de hayas de la parte alta no tiene todavía los colores de otoño, este valle es muy frío y todo transcurre con más lentitud, así que aún tenían hoja verde. Cómo la ruta es por pista no tiene complicaciones, cuidado de no asomarse mucho para sacar fotos porque es peligroso, pero hoy no hace falta, el agua rebosa por todos lados.

Datos de la ruta:

Distancia: 13 km
Duración: 3h:41 min
Cota mínima: 418 m
Cota Máxima: 986 m
Ascenso Total: 570 m
IBP: 56 Senderismo

Mapa del recorrido

Para aparcar en el área recreativa de la Pesanca no tuve problema, la carretera muy estrecha desde Riofabar, pero limpia sin ramas ni nada de la ventolera que hubo el fin de semana anterior. Y aquí ya comienza el espectáculo del agua, nada más pasar el puente, ya a ambos lados el arroyo baja bravo. La primera foto es de esta zona, y la de abajo también.

El arroyo chocando contra las paredes planas de roca dura que no puede erosionar

El ruido del agua hoy es fuerte, y en tramos atronador. Debajo del puente hay un cañon de roca dura en la que el agua ha eliminado toda la roca blanda, y es una pared pulida contra la que choca, el caudal impresiona.

Otro tramo de río

Continuo por la pista, pasando la zona de las casas del Muñizón, el día está oscuro, y al fondo del valle en la zona del cordal que baja desde el Maoño se ven restos de la nevada. De momento no llueve, y aguantará toda la mañana.

La pista por la zona de los prados y las casas del Muñizón

Riegas que llegan hasta la pista

Hay un momento en que la pista va bastante por encima del río, y aquí suele haber una cascada que se ve desde arriba, este día era impresionante la cantidad de agua que llevaba.

Este haya no se entera de la época del año

La cascada y su poza

Con Zoom la cascada

Continuando por la pista, y se alcanza el desvío hacia la collada Traslafuente, donde si alguien intenta pasar con el coche por el vado yo creo que se lo lleva, mucho caudal de agua. Desde el puente de madera el agua, el ruido y los colores impresionan.

Desde el puente hacia Traslafuente

Cada vez que miras hacia el río, o el arroyo ahora, aparece algo más espectacular. Cuando hay menos agua puedes asomarte por los senderos que hay hasta llegar casi a pie de arroyo, ahora da miedo, así que vale más ir solo hasta las pozas más accesibles. Algunas con tramos de cortas cascadas preciosas.

Una de las pozas con cascadas

Un buen fotógrafo con trípode hubiese hecho un álbum de fotos impresionante, juntando el otoño y el agua. Sin trípode no puedo sacar todo el partido que tiene este día, con el efecto seda y demás recursos.

Aquí las hayas ya están más coloridas

Uno de los puentes en el camino

Desde el puente

Hay una zona con tres cascadas encadenadas, donde el ruido es atronador. En el tramo anterior el arroyo está encajonado entre dos placas de roca dura que han quedado completamente planas, y después están las tres cascadas.

El arroyo encajonado

En esta curva están las tres cascadas

Dos de las cascadas

Otro arroyo que aporta el agua

En otro de los puentes que hay en el camino, las cascadas que se han formado en la parte de arriba, en un pequeño arroyo impresionan, normalmente esta seco o corre un pequeño hilo, pero hoy el agua rodea todas las rocas.

Cascasdas en el arroyo

El puente y el arroyo formando cascadas por arriba y por debajo

Pese a toda el agua caída, la pista esta bastante bien, no hay demasiado barro, y no hay grietas profundas, está bastante conservado el camino. A partir de este último puente se abandona el territorio del agua y se entra en el bosque. Aunque sigue sonando cascas en el fondo del valle.

El hayedo

Las fayas parece que están todavía en primavera, con las hojas color verde claro, y eso que el otoño ya está muy avanzado. Cómo se nota que este valle es muy frío, con muchas zonas al norte donde no pega el sol.

Por el fayeo

Hay una zona con abetos, pero lo que más domina son las fayas, y de vez en cuando aparece algún tejo, o eso me parece.

Uno de los tejos

Otro de los tejos encajado en la roca

La última parte de la pista hasta la Foz es por una zona de zetas, donde el camino está un poco peor con más rocas en medio del camino. Y en la foz se retoma el contacto con el arroyo y las cascadas.

De nuevo el arroyo

La foz de los Moñacos

Vista atrás

Una de las pequeñas cascadas donde pude intentar el efecto seda

Desde aquí toca dar la vuelta, que para las dos ya daban agua, y las nubes empiezan a cambiar un poco. A ratos hasta pega el sol aquí, pero no va a durar mucho.