Ruta de senderismo en Parres, subiendo al Pico Moro desde la Remolina, en la
carretera de acceso a Bodé. La ruta llevaba un tiempo apuntada, desde que la
había visto en el blog de
Pasu a Pasu, y este día aprovechando el puente nos acercamos a realizarla. La ruta no
tiene demasiada complicación, está señalizada salvo el comienzo en la Valleya.
La señalización es bastante confusa, en cada cruce suele haber un cartel
indicador, y en todos pone un desvío hacia el Pico Moro, unos en amarillo
otros en verde, y aunque en el desvío anterior hayas cogido uno que no lleva
al Pico Moro, en el siguiente te aparece una nueva alternativa al Pico. Así
que todos los caminos conducen a Roma, o al Pico Moro. En Bodé hay un cartel
general y marca todos los caminos con colores, y de ahí puede venir la
confusión nuestra, y la ruta realizada comprende tramos de los tres colores. A
veces menos es más, y con menos señalización se consigue una mejor guía.
No hay fuentes en el recorrido, así que hay que llevar agua, y como digo no
tiene zonas complicadas, lo único la vegetación en el Cresteo entre Xibil y
Busternales, que los toxos pueden ser más o menos altos en el estrecho
sendero, pero el resto son pistas madereras.
En Resumen, una ruta corta, con buenas vistas y algún bosque donde respirar
algo de aire puro, sin demasiado esfuerzo. Se puede acortar, y hacer en una
mañana tranquilamente en unas 4 horas.
Datos de la ruta:
Distancia: 13,2 km
Duración: 5h 30 min
Cota mínima: 43 m
Cota Máxima: 571 m
Desnivel Acumulado: 534 m
IBP: 61 Hiking
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Panel informativo de las rutas en Bodé (Visto en la bajada)
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Mapa del recorrido |
La ruta comienza en la Parroquia de Bodé, a la que se accede desde Arriondas
por una estrecha carretera encajonada al lado de la vía del tren y el Sella.
El punto más bajo de la ruta, y que es donde comenzamos tiene algo de
aparcamiento a la derecha, no hace falta entrar en Bodé. Es una curva muy
amplia, con un ensanchamiento, al lado de un prado y de la vía del tren.
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La vía del tren |
Desde aquí hay que volver por la carretera unos cien metros dirección
Arriondas, hasta que se ve un desvío que marca hacia la Valleya. Una pista
hormigonada por la que hay que ir también un corto tramo. Hay niebla baja en
todo el valle del Sella, como muchos días, y esto le da algo especial al
primer tramo de bosque.
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Inicio de ruta hacia la Valleya
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La pista hormigonada tiene un tramo de subida, fuerte y después llanea un
poco, aunque hay que abandonar esta pista y tomar otra pista más estrecha que
sale hacia la derecha, para convertirse en sendero. Mejor llevar track gps
para este tramo que no está señalizado.
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Por el bosque con algún charco
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El sendero, está algo embarrado y tiene algunos charcos que hay que tratar de
evitar, la niebla lo envuelve todo y le da un toque especial. Además el bosque
es mixto, mixto hay de todo, pinos, robles, castaños...
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Niebla en el bosque mixto
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El sendero enlaza con otra pista más ancha que sigue subiendo en revueltas,
hasta llegar a una zona donde se sale del bosque, y el camino gira 180 grados.
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Subiendo por la pista
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Empezando a salir de la niebla y hay que girar 180º
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Tras salir de la niebla en una zona de prado, se gira 180º y se comienza a
subir hacia los restos de una cabaña. Aquí ya se tienen vistas hacia el valle,
y los islotes que emergen del mar de niebla. Las nieblas son casi todos los
días, así que el bosque está muy húmedo, y las zonas de barro van a ser todo
el año.
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Por encima de la niebla
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Tras pasar la cabaña, se enlaza otra vez con una pista ancha, es la pista que
va a media ladera rodeando todo el monte, y que viene desde Bodé. Aquí ya
comienzan las indicaciones hacia el Pico Moro.
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Subiendo por pista |
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La niebla cubre los valles del Sella
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Tras cruzar una portilla la pista gira 180 grados prácticamente, en una zona
despejada de arbolado con muy buenas vistas. Nuevo tramo de subida y de
bosque.
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Islotes en mar de nubes
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Desde la pista se empieza a ver ya la cumbre del Pico Moro, y el cresteo que hay
que hacer para llegar a él. Pero todavía falta, porque hay que seguir rodeando
por pistas, siguiendo la indicación.
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El Pico Moro |
Tras un par más de revueltas del camino, se llega hasta el desvío hacia el
caserio de la Cruz, y un poste que indica el cresteo hacia el Pico Moro. El
cresteo no tiene dificultad, es un sendero entre los toxos, bastante ancho y
sin problemas, algo de piedra suelta, y tampoco demasiada inclinación, se
lleva bien.
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Cresteo hacia el Pico Moro y desvío de la pista a la cruz.
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Vista atrás del Cresteo
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En la cumbre destaca la cruz hecha con guardarail, y que es visible desde
bastante lejos dado su tamaño. Hay un buzón, y un par de belenes de cumbre.
Tiene buenas vistas, aunque hoy por las nieblas en los valles, y la luz
invernal de frente cuesta más. Debajo una foto esférica, y un par de
panorámicas del entorno.
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La Cumbre del Pico Moro
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La foto esférica:
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Vistas hacia el Norte-Este
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Vistas hacia el Este
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Arriondas despejando
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Picos a contraluz |
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Algo de niebla hacia Picos
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El Sueve entre la niebla
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La zona del Sueve esta cubierta por las nubes, y permaneció así todo el día,
algo también bastante habitual. Esta ruta tiene una subida corta, y una larga
bajada, así que tras estar un rato en la cumbre, seguimos por la cresta hacia
Busternales. Hay trazas de sendero así que no hay mucha pérdida.
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Pico Bandera |
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Bajando del Pico Moro siguiendo la cuerda hacia Busternales
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Vista atrás de la cuerda del Pico Moro
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Según el mapa en Busternales hay una capilla, y un montón de cosas, pero desde
arriba lo único que se ve es un caserio con varias cuadras, y unos perros
ladrando, así que no bajamos hasta el collado, y seguimos a media ladera, por
otro sendero del ganado hacia una pradera cercana, donde vamos a comer,
protegidos un poco del viento.
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Busternales, y eso debería ser una capilla-ermita
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Campa donde comemos
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Tras comer en la campera, iniciamos el largo regreso a media ladera, recorriendo
todos los entrantes y salientes de la montaña. Unas veces por bosque de pinos,
otras bosque de otro árbol perenne con unos frutos que parecen vainas de fabas,
otras veces robles y castaños... Una bajada que se hace muy larga por la
pista.
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Pico Castiello y detrás Mofrecho
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El valle a Contraluz
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La pista a media ladera
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Hay un par de zonas en las que conviven hasta tres tipos distintos de
folechos, mucha variedad y mucha humedad en esta zona de bosque. Se nota el
efecto de las nieblas del Sella.
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Desvíos en la pista
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En cada cruce hay un cartel indicador del pueblo al que lleva el camino, y
otro en dirección al Pico Moro. Es curioso porque en el anterior igual tomaste
un desvío que no iba al Pico, y ahora te aparece una nueva opción.
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Cantera de la Malata
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En uno de los momentos, tras pasar una zona con una cuadra, se abre el bosque
y se ve el valle hacia Arriondas, y parece que el pueblo está ahí mismo, pero
el camino se empeña en rodear la montaña, siguiendo un profundo valle, con lo
que se rodea casi un kilómetro.
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Parece que Bodé esta ahí, pero todavía queda un largo tramo
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Tras este rodeo, ya se baja de frente hacia Bodé, enlazando con una pista
hormigonada en la zona de las casas de la Llosona, aquí ya no hay pérdida
hasta Bodé. La entrada al pueblo es por un prado donde pastan media docena de
burros.
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Burrinos a la entrada de Bodé
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En el mapa también marca una iglesia en Bodé, pero en su lugar hay una casa
rural, no sé si el mapa está mal, o la han tirado. Más abajo si que está la
antigua Escuela. Hay que atravesar el pueblo, hasta llegar a la carretera,
para bajar hasta donde esta el coche.
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Bodé |
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Los fusilamientos del 2 de Mayo de las Meninas en Guernica, Graffiti
visto en Arriondas
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Una rota corta, no demasiado exigente, y con buen paisaje.
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