sábado, 17 de noviembre de 2018

Circular al Vizcares [Piloña]


Ruta de montaña circular al Vizcares, subiendo por la Vallina Luiña (o casi), y bajando por la collada Traslafuente. Al Vizcares es la tercera vez que subo, la primera fue ida y vuelta por la collada Traslafuente y la pista se hace pesada, la segunda vez buscamos una opción para hacerla circular y empezamos a subir monte a través desde la propia área recreativa de la Pesanca, mucho brezo y toxo para subir. Así que buscando otras alternativas, sabía de una mucho más larga desde La Fragua, donde el bar, y encontré esta más corta por la Vallina Luiña. Ponían que la entrada al valle estaba tomada por un poco de vegetación, así que tratando de evitarla, acabé subiendo un gran tramo por una arista más despejada, desde la cual tuve que bajar al bosque como mejor puede. Después ya en el bosque, el sendero aparecía claro, pero las nieves han tirado muchas hayas, así que a tramos desaparecía. El momento de tomar la salida del bosque lo hice antes de lo debido, y un tramo de toxo a buscar el sendero por no tener paciencia. El resto de la ruta fue bastante plácido. Las zonas de barro entre los acebos que hay desde Traslafuente hasta Cureño, también son molestos. Así que evitando seguir mucho por la arista  en la vallina Luiña, y buscando el bosque la ruta reduce su dificultad, aunque tiene desnivel y no deja descanso. Me preguntarón dos grupos en la cima para hacerla en sentido contrario, bajando por la Vallina, yo les dije que se pasaba aunque hubiera árboles caídos, pero que la entrada al valle no se como estaría porque no la encontré. 
Hay fuentes en la collada Traslafuente y en la mayada de Cureño, y también en el área recreativa de la Pesanca. La ruta esta señalizada hasta la cima, pero para hacerla en sentido contrario, en este sentido se pierden un poco las marcas.

Datos de la ruta:

Distancia: 14,6 km
Duración: 6h 35 min
Cota mínima: 399 m
Cota Máxima: 1432 m
Desnivel Acumulado: 1040 m
IBP: 97 Hiking

Mapa del recorrido
La ruta comienza en el área recreativa de la Pesanca, a la que se accede desde Infiesto por la carretera a Riofabar, y después una estrecha carretera en la que apenas se pueden cruzar dos coches. Hay sitio para aparcar, pero se suele llenar con rapidez, así que mejor madrugar.

La Pesanca a estas horas vacía todavía
Desde el área recreativa hay que seguir unos dos kilómetros por la pista hasta llegar al desvío hacia las cabañas de Degoes, mientras tanto a disfrutar del río y del bosque. Desde el puente en las inmediaciones de la Pesanca, ya se ve a un lado un cañón impresionante escavado por el río y al otro lado una pequeña cascada.

Río del Infierno
En el Muñizón, cada año hay más cabañas y está todo más cuidado, y eso que aquí hay épocas del año que no da el sol en todo el día. Este valle es de los más fríos que conozco, incluso en verano está frío.

Cabañas del Muñizón
La pista tiene origen minero y por eso es tan ancha, en la zona del monte Moñacos por lo visto hubo minas de montaña y había algunos restos del sistema de bajada del mineral mediante cables. Ahora todo eso está perdido, y sólo queda la pista.

La pista hacia el Infierno
Conviene ir por el borde izquierdo, porque de vez en cuando el río del Infierno tiene bonitas cascadas que sino no se pueden ver. Hay una bastante grande más o menos a un kilómetro de empezar.

Cascada en el río, con zoom desde la pista
Llegando a Degoes, se puede entrever a través de los árboles la Vallina Luiña por donde subir hasta el Pico Vizcares del día. Desde aquí no parece nada, es un valle muy muy estrecho y con unos pedreros en el lateral, y a la derecha una zona despejada con algo de arista, que es por donde acabaré subiendo. El bosque de hayas apenas se ve desde aquí, y parece más pequeño que después sobre el terreno.

La vallina Luiña es esa muesca en la montaña y la arista se ve claramente
A la hora de tomar el desvío hacia Degoes hay dos pistas que salen a la izquierda, la primera no vale, y para los que no tienen paciencia como yo, es la que escogerán. La pista baja, y sin cruzar al otro lado del arroyo hay que ir un tramo por un sendero bastante cerrado, para enlazar con la pista buena que esta en la segunda salida.

El desvío en la pista hacia Degoes y entre los árboles la primera cabaña
La pista cruza el arroyo por un puente, y comienza a subir hacia las cabañas. La pista pasa la primera cabaña, y después parece acabar al lado de la segunda, aunque hay alguna más por la parte trasera.

El río infierno
Segundas cabañas de Degoes, a la izquierda remontando la pradera
En esta segunda cabaña, se toma al lado de un poste un sendero que sube hacia la izquierda, un trozin de hierba, y después algo de sendero para llegar a otro prado, el prado muy pindio y con algo de matorral. Desde la entrada no se ve la cabaña, pero al fondo del prado hay una cabaña abandonada, y con la vegetación comiéndosela poco a poco.

Otro prado abandonado y al fondo una cabaña y la entrada a la Vallina Luiña
La Cabaña abandonada y comida por la vegetación
En la cabaña en teoría está la entrada a la vallina, y por detrás hay un camino pero estaba un poco cerrado. En cambio el prado por el que subía estaba bien, despejado, así que seguí por él. El prado dio paso a una ancha cresta rocosa. Pequeñas matas de brezo, escalones en la roca y una zona que aunque con mucha pendiente, se subía cómodamente, así que seguí por esta cresta. Tenía que haberme metido hacia el bosque y la vallina en cuanto se pudiese, pero subí algo mucho y la bajada después no fue cómoda.

Vista atrás de la arista y a la derecha el bosque
La cresta era ancha y cómoda, con algo de hierba y marcas de habar pasado alguien o algo, pero a partir de un punto comenzó a afilarse y convertirse en arista, no tenía pasos complejos, pero más adelante si que empecé a ver un crestón rocoso, más complicado, así que en cuanto adiviné un camino hacia el bosque a la izquierda, me tiré por él. Bajada un poco compleja, agarrandose a los árboles, y sentado por la fuerte pendiente.

Lo que queda de Arista para los profesionales
Una vez en el bosque, ya sólo quedo buscar el sendero por el centro de la vallina. Había unas cuantas hayas tiradas, pero desde la raíz, más por el viento que por la nieve. Aunque también había algunas ramas rotas. El sendero va bordeando estas hayas caídas, porque como digo, ya llevan tiempo por el suelo, no eran recientes.

El Hayedo de la Vallina Luiña
Hayas caídas
Antes de llegar arriba, y salir del bosque, hay que tomar un sendero a la izquierda por una zona con toxos. Había perdido el sendero rodeando un haya, así que de nuevo con algo de precipitación me metí entre los toxos. Por entre ellos, continué subiendo hasta hallar el pequeño sendero.

Abandonando el valle y el bosque
El sendero está marcado entre el brezo y los toxos, y va casi en llano hacia el Canto del Abedul, mirador de todo el valle del Infierno.

Hacia el Canto del Abedul según el mapa
En el canto del Abedul, hay un pequeño praduco mínimo, y despúes por el canto de la montaña sube un pequeño sendero entre el brezo. Aquí la subida ya es más suave en este tramo, y al fondo se ve la cumbre del día.

Al fondo el Pico mientras a recorrer la loma entre brezo y toxo
En donde este hombro de la montaña se une ya a la ladera de la montaña, hay los restos de una majada, con fuente. La majada de Llebrada, restos de tres cabañas y una de ellas con tejado de losas, a la que han retocado con cemento.

Los restos de la mayada Gurabal o Llebrada, todavía hay una cabaña con tejado y fuente
El track que llevaba subía de frente hacia la cumbre del Vízcares, pero como no se veía mucho sendero, y había uno hacia la derecha hasta otro collado, tome esta opción para llegar al collado y después seguir subiendo hasta la cima del Vízcares, con su vértice geodésico.

La Cumbre del Vizcares, ahora ya no hay Cruz
El día estaba claro y con un viento bastante frío, así que las vistas muy buenas, pero hacia el Sur las nubes estaban en la cordillera, y con el sol bajo del invierno las fotos no son demasiado buenas. En la esférica se ve eta zona, y debajo algunos detalles. La cruz que estaba en 2007, y que abré esta entrada ya ha desaparecido, están eliminando este tipo de símbolos de las cumbres.


Hacia el Este

Los picos de Europa, con zoom y jugando con los ajustes de la foto
Detalle de Peña Santa, el día estaba claro y todo aparecía con gran nitidez

Hacia el Este

Hacia el Sur-Este

Hacia el Sur
Hacia el Oeste
Hacia el Norte

Sierra del Sueve

Sierra del Cuera
Sierras costeras de Ribadesella
Tras un rato en la cumbre, toca bajar que hace frío, hay sendero que se dirige hacia la collada Traslafuente, y tiene marcas blancas y amarillas en algunos tramos. Si no hay niebla, se puede ir más o menos de por libre, con niebla las marcas serían insuficientes.

Vista atrás del Vizcares
El sendero se pierde algo en un tramo de bosque de acebos y hayas, el resto es bastante claro, siempre con tendencia hacia la collada, pero sin perder demasiada cota.

El pradin verde, la collada Traslafuente
Zona de bosque de acebos y hayas
El último tramo hasta la collada es un poco más complejo, porque hay varios caminos en paralelo,  entonces no sabes cuál es el más cómodo, el que menos piedras tiene, porque aquí la caliza está bastante rota y molesta bastante.

La Sierra de Aves con el Vizcares asomando a la izquierda desde Traslafuente
En la pradera de la collada, sigo hasta la fuente cerca de la majada de Traslafuente, a ver si aquí pega menos el viento frío, pero nada, así que me voy otra vez hasta la ladera del Vízcares a comer algo, antes de bajar a la majada Cureño.

La fuente de Traslafuente
El sendero a la majada de Cureño tiene grandes tramos con barro, da igual la época del año, hay riegas que bajan por el camino y crean barrizales, que hay que tratar de evitar, así que algunos tramos son fuera del camino.

La zona de Acebos bajando hacia Cureño
En la zona de los acebos también hay varios rotos por el peso de las nevadas de la semana pasada, aquí se refugia el ganado y también hay bastante barro.

Llegando a las praderas y majada de Cureño
Una vez se sale del bosque, ya hay praderas y hay que ir tomando el camino más bajo y a la izquierda posible. Cada vez que se pasa un trozo boscoso, aparece otro camino más a la izquierda, y así poco a poco se llega hasta la majada, con otra hermosa fuente.

La majada de Cureño y una de las cabañas con tejado de losa
A la majada hace unos años que le han construido una pista, así que ahora el camino ya es evidente por pista, y no tiene pérdida. Se puede tomar en algún tramo el camino antiguo por el bosque, pero casi es más cómodo para subir que para bajar, y cortar algunas curvas.

Vista atrás de la Collada Traslafuente al fondo, desde la pista de bajada
El camino se mete en una zona de hayas, aunque a estas alturas ya no tienen hoja y pierden parte de su magia.

En el Hayedo
Los tramos más pendientes están hormigonados y rallados, pero todavía resbalan algo, así que con cuidado, hasta llegar al puente. El puente también tiene tela, tienen que ponerle malla metálica de gallinero para no resbalar, porque actualmente hay que usar las dos manos para evitar resbalarse.

El puente sobre el arroyo de la Estaquera
Después ya la pista no tiene problemas, un sube y baja, para después una bajada fuerte hasta el río, para enlazar con la pista del Infierno.

El bosque
La cabaña en La Cerezal
Antes de alcanzar la pista del Infierno se tienen vistas hacia el río, con una zona de cascadas preciosa. Aquí convendría tener un trípode para sacar las fotografías, porque tiene muchas posibilidades artísticas.

El río del Infierno donde el Puente Mercadin
Una vez ya en la pista, sólo queda seguir bajando hasta el área recreativa de la Pesanca, aunque todavía se puede disfrutar del bosque y de las cascadas del río.

Uno de los castaños en la Pesanca en 2007
Los datos de la ruta recogidos por el GPS:



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