Intento de ruta a la Patana, pero por la niebla tuvimos que recortar y subir
sólo al Gamonalin saliendo desde la parroquia de Genestaza. No pudimos
completar la ruta, pero vimos bastantes bichos, entre otros el hurón que abre
la entrada. La ruta prevista es durilla por el desnivel que está bastante
concentrado en una subida entre escobas, brezos y toxos que no deja descanso,
donde los caminos han desaparecido. Después en la parte alta ya se avanza con
más comodidad, aunque nos quedaba la subida final a la Patana. No hay fuentes
en el recorrido así que hay que llevar agua suficiente, no es una ruta
señalizada y en esta ocasión hasta apenas hay senderos.
Datos de la ruta:
Distancia: 11,8 km
Duración: 6h 37 min
Cota mínima: 710 m
Cota Máxima: 1438 m
Desnivel Acumulado: 725 m
IBP: 76 Hiking
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| Mapa del recorrido |
Dejamos el coche tras pasar el desvío al pueblo de Genestaza, y antes de la
subida al pueblo de La Azorera en un ensanchamiento que hay en la carretera,
donde no molestaba. Para llegar a Genestaza es bastante complicado atravesar
Tuña, faltan carteles y todos los cruces son iguales, no hay manera de
distinguir la carretera principal. Nosotros tuvimos que preguntar para
atravesar el pueblo.
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Abandonando la carretera para iniciar la ruta
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Desde donde aparcamos, vamos por carretera hacia Genestaza y tomamos un camino
que sube hacia unas fincas, el camino tiene mucha hierba y se está cerrando,
pero todavía se pasa. Por el camino llegamos a un cruce donde hay que cruzar
un reguero y hay una cabaña y la portilla de una finca. Aquí seguimos unos
metros más por el camino, pero se cierra, así que toca abrir la portilla al
lado de la cabaña y subir por la pradera.
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El coche en la carretera a la Azorera al fondo el Pico Palancas
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La cabaña y la portilla que hay que traspasar
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Por el prado vamos subiendo, y vemos los primeros bichos del día, unos corzos
que estaban pastando salen corriendo por encima de nosotros.
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A la izquierda del árbol los corzos corriendo
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La subida por el prao no tiene problemas, en la parte de arriba hay restos de
otra cabaña y hay que cruzar el cierre de la finca, en este caso alambre de
espino, por donde se pueda, no hay portilla.
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El pueblo de la Azorera
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| Genestaza |
Tras atravesar el cierre hay un sendero que sube ladera arriba y por el qué
vamos avanzando, es una zona de pasto y se puede subir bien, después más arriba
se cierra. Alcanzamos la cresta desde la que se tienen vistas hacia el pueblo de
Genestaza, al fondo la capital del Concejo, Tineo, y la riega por la que bajan
las piedras, y que se denomina fana de Genestaza.
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| Tineo con zoom |
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La Fana de Genestaza
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La montaña se está erosionando por la acción del torrente de agua, y varios
argayos. En la carretera, al pasar el pueblo se ven las piedras que arrastra y
que deben cortar la carretera de vez en cuando, así que mejor no aparcar por
aquí.
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Ganado en el collado sobre Genestaza
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Otros tres en la ladera de enfrente
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En la ladera de la fana había también un grupo de corzos semiocultos entre la
vegetación. Estuvimos un rato viendo cómo subían por la ladera, y respirando
porque aquí la pendiente es bastante constante y fuerte. En la zona alta
comienzan a asentarse las nieblas y a cerrarse el día.
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Subiendo hacia la collada de la Chaniza
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Al principio vamos encontrando senderos que en zig-zag más o menos se dirigen
hacia la collada de la Chaniza, que tiene dos piedras grandes a modo de
dientes, pero después los senderos se cierran, y eso que en algunos tramos el
camino era bastante ancho.
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El sendero entre el brezo y el toxo subiendo hacia la collada de la
Chaniza
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Cuando estabamos a poco menos de cien metros de la collada el camino
desaparece y aparecen grandes escobas y mucha piedra suelta, además ya la
niebla se ha fijado en las cimas y no parece que fuese a abrir. Entonces
empezamos a rodear la Pena del Hombre por donde mejor podemos, hasta llegar al
otro lado a una zona quemada en la collada de la Mueta.
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La zona quemada en el Collado de la Mueta
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Esta collada de la Mueta, y la Peña del hombre deberían de ser buenos
miradores de la zona, pero el día no acompaña, niebla cerrada y justo a
nuestra altura. Así que apenas se pueden distinguir unas pocas montañas.
Seguimos la ruta por las lomas hasta llegar hasta la cima del Gamonalín, que
es un cartel de Reserva Regional de Caza, no hay camino ni sendero por la
parte alta, así que toca ir buscándose la vida.
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Cumbre del Gamonalín
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Hacia el valle contiguo, en tierras de Belmonte-Somiedo se podía ver algo,
pero esta todo bastante oscuro, así que cuesta identificar zonas y montañas,
una pena.
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Hacia la zona de Belmonte
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Comemos refugiados del viento porque empieza a hacer bastante frío y toca
ponerse la cazadora. Seguimos la ruta recorriendo la sierra hasta el collado
de la Vallina, antes de empezar la subida hacia el pico la Patana. Aunque
todavía hay que recorrer varios cerros de esta sierra de la Cabra, y no hay
sendero claro, sólo trazas del ganado entre el brezo.
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Avanzando por la Sierra de la Cabra
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La niebla está justo a este nivel, y marca una raya horizontal que oculta
totalmente la Patana, mientras a la izquierda en la zona de Villar de Vildas
tienen algo de resol, aquí por algún agujero les llega la luz del sol.
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Lagunas en la collada de las Vallinas
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En la collada de las Vallinas hay una serie de lagunas, y lo que parece un
cortafuegos que se dirige hacia la Patana, pero que queda cortado antes de
empezar a subir. Aquí decidimos abandonar la subida al pico, y buscar una
bajada por la ladera entre los folechos, y los restos del brezo quemado.
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En el cortafuegos y arriba debería estar la Patana
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Ladera por la que bajamos
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En la ladera de bajada no hay ningún sendero claro, son otra vez caminos del
ganado que van más o menos en horizontal para pastar la zona. La pendiente no
es muy grande así que se puede avanzar, eso sí hay zonas quemadas donde están
las ramas secas y duras de los brezos, que molestan bastante. Vamos bajando
por donde podemos, y nos dirigimos primero hacia un prado que vemos desde
arriba, y que está a la derecha. También vemos el tejado de chapa de una
cabaña al lado de la pista que sube a las antenas de la Patana.
Llegar al prado lleva un rato porque hay que buscar el paso más cómodo, allí
enlazamos con un sendero que va hacia la izquerda y atraviesa el bosque para
llegar a otra zona de prados, con más ganado, y dónde encontramos por fin un
buen camino: la pista que sube desde Genestaza a las antenas de la Patana.
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Valle de Genestaza y la pista
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La cabaña que veíamos desde arriba
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Según vamos bajando por la pista, que por aquí es muy cómoda porque esta
dominada por la hierba, nos encontramos con el hurón que abre la entrada. Debía
de estar enfermo porque daba tres pasos y se paraba, paso a menos de un metro de
nosotros y no hizo amago ni de esquivarnos ni huir.
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El hurón en una animación de varias fotos
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Continuamos bajando por la pista, hasta enlazar con la carretera que sube a la
Azorera, y por fin llegamos al coche.
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Formaciones rocosas en la ladera de la Peña del Hombre
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Los datos de la ruta realizada, aunque incompleta por la niebla.
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