sábado, 8 de julio de 2017

Senda Costera: Navia-Barayo-Villapedre

Nuevo tramo de la senda costera en este caso en el occidente de Asturias. De los recorridos hasta el momento, es el mejor en cuanto a que está señalizado y pasa efectivamente al lado de la costa, y no como en Llanes, que va por el interior y si ves el mar es de milagro. El recorrido esta señalizado aunque esta pensado para ir en sentido contrario desde Barayo hasta Navia, aunque en este caso por el tren preferimos hacerlo a la inversa, dejando el coche en la estación de Villapedre y tomando el Feve hasta Navia.
La mayor parte del recorrido es por senderos muy cerca de la costa, están limpios y sin toxos, y da gusto caminar por ellos, lo único es que son continuas subidas y bajadas, que al final no se reflejan en el desnivel total, pero a nosotros nos parecieron más grandes las subidas. Hay una fuente en el tramo inicial de la ruta, y después hay algún chiringuito en la playa de Frexulfe, y bares en Puerto de Vega.

Datos de la ruta:

Distancia: 22,9 km
Duración: 6h:24 min
Cota mínima: 6 m
Cota Máxima: 74 m
Desnivel Acumulado: 144 m
IBP: 58 Hiking

Mapa del recorrido realizado
Aparcamos en la estación de Villapedre que tiene bastante aparcamiento, aunque para llegar hay que dar un rodeo desde la carretera general. El tren pasa a las 10:22 más o menos, y en menos de un cuarto de hora se llega a Navia, en teoría son dos estaciones, pero no paro en ninguna hasta llegar a Navia.

Estación de Navia con el tren
El día esta oscuro y amenazante, pero no toca lluvia según el pronóstico. Comenzamos a caminar atravesando Navia, primero al lado de un parque-mirador, al lado de un colegio abandonado, y después atravesando el casco antiguo para llegar a la ría. El casco antiguo esta chulo, son calles estrechas peatonales, con edificios antiguos, unos rehabilitados, otros en mal estado, pero con un aire indiano todo.

Navia
Llegando a la ría, seguimos paralelos a ella rodeando el astillero para ir por un paseo pegado a la ría. Hay mucha gente caminando y corriendo por esta zona de Navia.

Astillero Armón con dos remolcadores
El paseo de la ría de Navia
Fuimos recorriendo todo el paseo hasta llegar a una pasarela de madera encima de un espigón, y que estaba cortada. Por lo visto los temporales han roto el espigón, y esta medio hundida la pasarela, así que tuvimos que dar la vuelta y rodear la Poza de Navia.

El espigón roto y con hundimientos
La poza de Navia es una laguna que hay a este lado de la ría, y que por lo visto ya no renueva el agua, y tiene bastante mal olor. Los vecinos se están quejando para que la recuperen, porque era donde aprendían a nadar y demás.

La poza de Navia y detrás los pinos de la playa
En la poza había varios grupos de patos nadando, y agrupados cerca de un colector, debe de gustarles lo que sale por el colector. Mucho olor no había, aunque hay zonas de la poza bastante sucias.

Playa de Navia y el Cabo de San Agustín (estaban en fiestas)
En el extremo de la playa sale la ruta que empieza a subir por un tramo escalonado hasta un mirador sobre la playa de Navia. Hay una placa dedicada a la emigración que hubo desde Navia a hispanoamerica. Aquí ya empiezan las marcas y flechas del PR, la mayoría están para ir en los dos sentidos, aunque en ocasiones vamos a encontrar flechas pintadas en el sentido contrario al que vamos.
Desde el mirador se va por una carreterina estrecha hasta otro nuevo mirador sobre la playa del Moro, (aunque es una playa nudista), y aquí esta el primer hito kilométrico, km 17, desde el que iremos descontando hasta el kilómetro 3.

La playa del Moro
Desde la playa del Moro ya es todo sendero y no hay mucha pérdida, va muy pegado a la costa aunque sin dar sensación de caída, ni riesgo aparente. Nos cruzamos con varios corriendo por la senda, pese a las cuestas que tiene, no hay casi nada llano.

Vista atrás a la playa del moro y el Cabo de San Agustín
La costa del occidente de Asturias ya no es de caliza como la que hay en Llanes, sino que predomina la pizarra y otros tipos de rocas, así que no está tan agujereada, y no hay bufones, pero los acantilados siguen estando rotos, con agujeros y pequeñas cuevas, grietas, y playas con rocas. Así que el paisaje cambia, pero sigue siendo agreste.

Punta el Castello
Para llegar a la playa de Coedo se pasa por una zona curiosa con un antiguo molino, o eso parece, y la playa es muy estrecha, y tiene pinta de que en la zona de baño hay mucha roca.

Playa de Coedo
Desde la playa de Coedo toca subir un cachin, y después bajar hasta la siguiente playa la de Fabal, con una playa un poquito más grande, y las rocas de pizarra alineadas formando estructuras muy curiosas. La roca de esta zona está toda estratificada, así que las rocas son todas a rayas.

Bajando hacia Fabal al fondo la playa de Frexulfe
La bajada a la playa de Fabal es por unos peldaños naturales hechos por las raíces de los pinos en la tierra, bajada bastante pindia. Las zonas un poco más expuestas tienen valla, aunque no conviene apoyarse mucho.

La playa de Fabal


Las rocas apiladas y erosionadas por encima en el prado el sendero a seguir


Vista atrás a la playa de Fabal y la bajada
Desde Fabal el siguiente punto de paso es la playa de Frexulfe, aunque todavía quedan un par de curvas, subidas y bajadas para llegar.

Hacia Frexulfe
En la cala anterior a la playa de Frexulfe había un buceador con traje de neopreno, aunque tenía pinta de andar mirando los percebes de la zona (no se si para bien o para mal).

La playa de Frexulfe
La playa de Frexulfe es muy larga, y en principio la bajada que vimos a la playa no nos gustó demasiado, así que seguimos por la senda. En caso de haber podido bajar se hubiese atajado bastante, porque la senda sube y baja bastante. La senda llega hasta el chiringuito que está sobre la playa, y baja por un tramo de escaleras, para después girar a la izquierda e ir hacia el aparcamiento. Aquí la senda se mete en un humedal rodeándolo, esta es la parte que tiene protección de la playa, deben de venir muchas aves, y está infestado de ranas que no paran de croar. Tras rodear el humedal, la senda vuelve a subir y bajar para llegar a un mirador al final de la playa. Si hubiésemos venido por la arena, y cruzado el arroyo por la playa (que cubre poco), después por unas escaleras hubiésemos llegado hasta el mirador mucho antes.

Zona del humedal de Frexulfe bordeando los eucaliptos está la senda
La playa de Frexulfe desde el mirador

En el mirador aprovechamos las piedras que hay para comer sentados. En la senda venían bien algunas mesas de vez en cuando, o un banco para disfrutar de las vistas, en alguna orientación y en determinadas fechas, atardecer y amanecer podrían ser impresionantes.

Siguiente tramo desde Frexulfe
El siguiente tramo va mucho más apegado a la costa todavía, va bordeando fincas, a veces en determinadas peninsulas resulta que bordeando se hacen quinientos metros, y en línea recta serían cincuenta metros, pero por lo menos se va al lado del mar, es una senda costera, costera. Por el camino hay muchas pequeñas calas estrechas, algunas en acantilado, otras con una bajada, todas zonas especiales.

Una de las estrechas calas, creo que el puerto de los panes
El sendero bordeando la costa
La isla de Soirana
Puerto de Vega y la Atalaya parece que están al lado, pero el sendero bordeando la costa siempre da una vuelta más en un recodo, en otra cala, en otro pedrero. Una playa por la que se pasa es la de la Llosera. Un poco más ancha, pero llena de piedras y rocas. Han puesto un cartel de lo que han invertido en rehabilitarla desde los temporales, y me parece demasiado gasto para el tipo de playa que es. No hay arena, y las rocas tienen pinta de cortar, por el nombre la usarían para extraer losas de pizarra. 

La Llosera
Desde la playa se suben unas escaleras, y al poco se llega a una finca cerrada con traviesas de tren. La valla impresiona, porque deben de ser miles de traviesas para una finca tan grande. Acabo de cambiar el móvil, y estoy metiendo los dedazos en la mitad de las fotos, y aunque se recorten siguen apareciendo, como en la foto inferior.

La finca
La sorpresa antes de llegar a Puerto de Vega es la existencia de una cetarea, con un grueso muro y una grieta que se mete tierra a dentro. Quedan restos a ambos lados de la grieta de lo que debería de ser un tejadillo. Estas construcciones impresionan, tanto esta como la de Llanes en la zona de la playa de la Huelga. Aunque la de Puerto Chico en una cueva impresiona más.

La Cetarea de Puerto de Vega
Desde la cetarea el sendero sube y por fin se alcanza la zona de la Atalaya con su capilla.

La Atalaya de Puerto de Vega

La Atalaya es un mirador de toda la costa, hacia atrás el tramo recorrido desde la isla Soirana, y por delante las protecciones de Puerto de Vega. Desde el parque mirador atravesamos el pueblo en bajada, es un pueblo pesquero así que no hay calles rectas, todas se entrecruzan y se mezclan. Aunque se nota que muchas ya son casas de turistas.

Puerto de Vega

Tramo recorrido desde la isla Soirana

La Cofradía de Puerto de Vega
Hay que cruzar al otro lado del puerto por la zona de la Rula, y después por el paseo empezar a subir hasta el mirador con los cañones.

Puerto de Vega
En esta zona la senda costera se ensancha y es un camino más cómodo, aunque sigue dando vueltas siguiendo el perfil de la costa. Este tramo hasta Barayo va de nuevo pegado, pegado a la costa y bordeando todas las fincas. Hay muchos recodos también erosionados y particulares.

Panorámica de Puerto de Vega
Otra estrecha cala erosionada 
La pista en la que se ha convertido la senda costera
Islote con cueva y grieta

La costa con las rocas estratificadas y erosionadas 
La pista da paso después a un sendero que va pegado a los cantiles. A veces se puede atajar y cortar alguna de las peninsulas. aunque cada recodo es diferente y aparece algo especial. Por ejemplo hay una zona donde las laminas de roca son muy finas y están tan agujereadas que parecen ser transparentes.

Por la costa hay que ir hasta el fondo
Al fondo ya se ve el cabo que cierra la playa de Barayo
El sendero se hace largo, y los kilómetros tardan en pasar, pero poco a poco se va viendo más cerca la ensenada de Barayo. Es curioso cómo delante de cada península quedan unas crestas de rocas con unas formas peculiares.

Al fondo Barayo


La grieta que se ve actúa a modo de bufón
Tras un largo peregrinaje por la costa, y subir y bajar unas cuantas veces, llegamos hasta una zona de pinos desde la que ya estamos encima de la playa de Barayo. Playa también nudista, y muy larga, creo que de 650 metros, como la de Torimbia, aunque aquí la arena es negra por la pizarra.

La playa de Barayo
En la senda, al lado del kilómetro 3 hay una bajada por una zona escalonada muy pindia a la playa. Pero para llegar a la playa hay que cruzar el río, así que como no se veía la profundidad, preferimos no arriesgarnos a mojar las mochilas y volvimos a subir los escalones para continuar el camino.



Por la senda llegamos hasta el aparcamiento de la playa de Barayo, un aparcamiento bastante pequeño por cierto. Aquí abandamos la senda y retornamos hasta la estación de Villapedre. Para ello vamos primero hacia Vigo, donde al lado de la antigua escuela reconvertida en centro de interpretación, giramos hacia la izquierda para ir hacia Tox.

Maizales de Tox
Por la carretera de acceso a Vigo, giramos a la izquierda para ir a Tox, y seguimos por esa estrecha carretera un gran cacho, hasta pasar el cruce con la carretera delante del palacio.

Palacio de Tox
Tras pasar el palacio, se toma la primera carreterina a la izquierda, y después a la derecha para por fin llegar a la estación de Villapedre.

Estación de Villapedre

1 comentario:

  1. Buenos días.
    Me gustaría ponerme en contacto con vosotros para haceros algunas preguntas.
    ¿Cómo puedo hacerlo?
    Gracias

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